Por Carlos Camacho
Esta tarde están llamados al primer debate público los seis candidatos a la presidencia municipal del municipio de Cuautepec de Hinojosa, y lo hacen en medio de la inseguridad que permea a sus 98 localidades, 93 de ellas rurales, que son escenario de frecuentes hechos delictivos como el ocurrido la madrugada del domingo en la colonia EL Pedregal, donde murió apuñalado un taxista.
Las autoridades electorales se esfuerzan por promover una mayor participación ciudadana, que vive bajo el temor de algún hecho de violencia, como el ocurrido el 2 de junio, cuando concluía la jornada electoral ordinaria, luego que un grupo de encapuchados irrumpió en las casillas, se robó y quemó más de la mitad de la paquetería electoral, lo que orilló a las autoridades electorales a anular la elección y convocar a una extraordinaria.
Las campañas comenzaron el pasado 12 de noviembre y los seis candidatos tendrán unos 15 días para recorrer las 98 localidades de ese municipio, enclavado en el sureste de la entidad, en el denominado Valle de Tulancingo, en busca del voto que les favorezca en los comicios del próximo primero de diciembre.
Cuautepec de Hinojosa ha alcanzado notoriedad por los recurrentes delitos que cometen los grupos encargados de “ordeñar” ilegalmente los ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex) que cruzan por los 396.42 kilómetros de su extensión territorial, y que lo colocan entre los cinco municipios donde más robo de hidrocarburos se cometen en detrimento de la nación.
Los candidatos Amado Casares (PAN), Rubén Cenobio (PRI), Enrique Cruz (PT), Jorge Hernández (Panalh-Morena), Lizania Vázquez (MC) y Benito Sánchez, están llamados a participar en el primero de dos debates para hablar de economía y empleo, y seguridad y justicia.
Tres de ellos, repetirán su participación y se especula que Jorge Hernández Araus, quien ganó la elección ordinaria, lo hará de nuevo el primer día de diciembre. Precisamente Hernández Araus, acusó al PRI de ser el autor intelectual del robo y quema de las boletas electorales que provocaron la anulación de los comicios del 2 de junio.
Esta vez, el temor de los recurrentes hechos de violencia persiste y podría ser un factor que inhiba la participación ciudadana en día de las elecciones. De hecho los ciudadanos invitados a ser funcionarios de casilla se resisten a participar por temor a que se repitan los hechos de violencia.
Y más ahora que apenas ayer fue asesinado un joven taxista de 41 años, quien alcanzó a pedir ayuda a sus compañeros que cuando llegaron en su auxilio lo hallaron sangrando y momentos después perdió la vida.
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